Situado en el corazón de Cazorla, a los pies de la sierra nos encontramos con Arroyo Frío una especie de pueblo/aldea desde dónde podremos salir a visitar este paraje.
Nosotros nos alojamos en el hotel Husa Montaña, de 3* bastante bueno, trato amable, personal muy simpático y con buenas instalaciones, con una calidad/precio bastante buena.
Nada más llegar a la recepción nos dieron un guía con varias rutas a seguir, que si se hacen tal y como viene explicado da tiempo en 2 días de ver casi todo el Parque Natural, de todas formas es recomendable reservar alguna que otra excursión (nosotros nos quedamos con las ganas).
El Parque en sí es bonito, eso sí, nosotros lo vimos demasiado “seco”, poca agua la verdad, eso se puede comprobar en el nacimiento del Guadalquivir; yo me creía que iba a ser algo así como un lago desde donde saldría el caudal al río, quizás haya visto demasiadas películas, pero la cuestión es que nos quedamos bastante parados al verlo.
De todas formas es recomendable ir a ver la Torre del Vinagre, la Piscifactoría y todos los senderos que salen del camino, dejando el coche bien aparcado (a un lado de la carretera) se pueden hacer recorridos de varios kilómetros, respirar aire puro y con suerte (nosotros la tuvimos) cruzarte con un ciervo (hembra) y su cría y un par de jabalís (con éstos últimos, íbamos en el coche, menos mal).
Hay un montón de sitios bonitos de ver como el desfiladero dónde se encuentra las Buitreras del Chorro, y de vuelta al hotel si seguimos unas de estas excursiones podremos disfrutar de la diversidad de flora que hay en el Parque.
Por la noche, justo enfrente del hotel si se lleva comida (véase melón, manzanas, etc…) lo más divertido de ver es como algunos jabalíes bajan del monte para comer, eso sí, un poco más arriba del hotel hay una zona abierta dónde si te descuidas tienes al bicho justo encima tuya pidiéndote comida, huelen bastante mal, aunque claro…son animales salvajes…
En definitiva es un viaje recomendable si quieres estar en contacto con la naturaleza, ver paisajes bonitos, cruzarte con algún que otro bicho, respirar aire puro y evadirte de la ciudad.
Como contra la dejadez del Parque y la escasez de agua (pocos arroyos y parecía aquello muy seco).