Viaje a Puno – Día 1: Uros y Sillustani
La ciudad de Puno está ubicada a orillas del Lago Titicaca, a más de 3,800 msnm., en el Departamento que lleva el mismo nombre, en la parte sur-oriental de Perú. Se puede llegar por vía terrestre (como lo hicimos nosotros, desde la ciudad de Cusco) y también por vía aérea hasta la ciudad de Juliaca, que está a solo 30 minutos de Puno. La ciudad ofrece a los viajeros muchos lugares atractivos para visitar y nosotros decidimos emplear el primer día en una visita a las Islas flotantes de los Uros y también para conocer una famosa necrópolis del altiplano.
Para hacer el tour a la Isla de los Uros y Sillustani se puede contratar una de las tantas agencias de viajes que existen en la ciudad, aunque nos recomiendan tener cuidado con algunos falsos guías que pretenden engañar a los turistas ofreciendo servicios dudosos. Nosotros preferimos dirigirnos a una agencia que parece formal y nos registramos para hacer el tour hacia las Islas flotantes de los Uros por la mañana, y visitar el Complejo Arqueológico de Sillustani por la tarde.
Las Islas de los Uros se ubican en el lago Titicaca y están construidas con totora superpuesta (una planta de tallos cilíndricos y sin nudos), en las que todavía habitan algunos pobladores. Sillustani es una necrópolis pre-inca, ubicada a orillas de la Laguna Umayo, al nor-oeste de Puno, que tiene el atractivo de ser considerada como el centro religioso de la Cultura Tiahuanaco.
Las Islas flotantes de los Uros
El bus de la agencia nos recoge a las 9:00 de la mañana y nos lleva al puerto del lago Titicaca donde nos embarcamos en un bote motorizado que tiene una capacidad para 15 personas aproximadamente. El viaje en bote hacia las islas comienza a las 9:30 am. y dura unos 30 minutos. Mientras nos adentramos en el lago, el guía nos narra la Leyenda de Manco Cápac y Mama Ocllo, los fundadores del Imperio Inca.
Cuenta la leyenda que ambos fueron enviados por su padre el Sol y salieron de las aguas del Lago Titicaca con la misión de fundar un Imperio. Manco Cápac llevaba consigo un bastón de oro, que le serviría para hallar el lugar indicado por su padre. Marcharon hacia el Norte y después de una larga travesía, el bastón se hundió en un hermoso valle, al cual llamaron Cuzco (que significa “el ombligo del mundo”) y fue allí donde se originó el Imperio de los Incas.
Las Islas de los Uros son numerosas, desde el bote podemos ver mucha gente en ellas; pero el guía nos dice que la mayoría de estos pobladores viven en la ciudad de Puno y sólo van a las Islas a trabajar, en su principal fuente de ingreso: el turismo.
La experiencia de pisar las islas flotantes es indescriptible, pareciera que fueras a hundirte entre la totora, algunos de nuestros compañeros de tour comienzan a correr y nosotros hacemos lo mismo solo para probar la sensación. El guía nos explica que las islas se renuevan una vez al año, con totora que los pobladores extraen del lago, la técnica es sencilla, solo consiste en poner una nueva capa sobre toda la isla.
La totora es utilizada también para la fabricación de casas, para hacer artesanías y la construcción de botes muy pintorescos, los cuales son utilizados por los pobladores Uros en sus labores de pesca. Es posible dar un paseo en uno de estos botes por un módico precio y algunos de nuestros acompañantes así lo hacen. Nosotros preferimos quedarnos en tierra firme… aunque no es tierra, ni es tan firme.
El guía nos cuenta también (con degustación incluida) que la totora es comestible, nos ofrece un poco y a pesar de no tener un sabor desagradable, solo probamos un bocado. Me pregunto si en realidad los habitantes de estas islas tendrán esta planta como parte de su dieta o sólo la ofrecen a los incautos turistas como nosotros? No me atrevo a indagar, y después de haberla probado, prefiero quedarme con la idea de que sí es comestible :-).
En las islas observamos que existe una escuela y lo que parece ser una oficina de correos. Además muchas casas cuentan con paneles solares, que proporcionan energía eléctrica en medio del lago Titicaca.
Compramos algunas artesanías en el mercadillo de la Isla (puedes comprar prendas de lana de alpaca y adornos hechos de totora, entre otras cosas). También visitamos un pequeño museo de aves oriundas de la zona del Lago.
La visita a las islas dura más o menos 2 horas, luego de las cuales emprendimos el regreso a la ciudad de Puno, donde almorzamos y nos preparamos para el tour de la tarde.
Complejo Arqueológico de Sillustani
Sillustani es una necrópolis de origen pre-inca, ubicada a 34 Km. al Nor-Oeste de Puno, y es allí donde nos dirigimos por la tarde.
El bus nos recoge a las 2:30 p.m. y el viaje dura 40 minutos aproximadamente, la carretera es asfaltada y el viaje muy bonito por los paisajes que presenta la meseta altiplánica. Al llegar, ascendemos a la cima de la meseta donde están ubicadas las Chullpas y la vista es sencillamente impresionante.
Las chullpas son unas construcciones de piedra, con formas cilíndricas y con la asombrosa característica de tener bases con menor diámetro que sus partes superiores. Estas torres son en realidad cámaras mortuorias de los antiguos pobladores de la meseta del Collao, una de ellas llega a medir 12 metros de altura y se muestra imponente en el paisaje. Las tumbas tienen una apertura pequeña, orientada hacia el este, por la cual se supone que introducían los restos del noble. El guía dice que este lugar es considerado la capital religiosa de la Cultura Tiahuanaco.
A unos metros del complejo se encuentra la laguna Umayo, en cuyo centro se encuentra una pequeña Isla considerada reserva ecológica, allí viven vicuñas, tarucas, guanacos (camélidos sudamericanos) y muchas especies de aves. La vista de la isla en medio del lago está rodeada de mucho misticismo, tienes que verlo para comprender porque los antiguos peruanos consideraban como sagrada toda esta zona.
Después de 2 horas y de haber tomado las fotos de rigor, emprendemos el viaje de regreso a la ciudad de Puno, a descansar y recuperar fuerzas para las visitas que haremos el siguiente día.