Una de los departamentos que más ansiaba conocer de mi querido Perú era Amazonas. ¿Por qué? Creo que podría resumirlo en una palabra: Kuélap. Si, la fortaleza de Kuélap siempre me llamó la atención. He odio decir que Kuélap es el “Machu Picchu” del norte peruano y realmente quería comprobarlo. Pero mejor vamos en orden.
Amazonas es un departamento ubicado al norte del Perú en la frontera con el Ecuador. Su capital es la ciudad de Chachapoyas (“la Fidelísima ciudad San Juan de la Frontera de los Chachapoya” así se llama, no lo sabia), que está situada a más de 2300 m.s.n.m. Chachapoyas posee un estilo colonial, y su plaza central es siempre el lugar de más movimiento en toda la ciudad. Durante nuestra breve estadía en la ciudad, encontramos varias construcciones con bastante historia, como El Obispado de la Diócesis de Chachapoyas, y la Casona Monsante, una hermosa edificación de la época virreinal, la cual posee un huerto con más de mil plantas exóticas de todo Amazonas. También encontramos varias iglesias – como no podría ser de otra manera en una ciudad importante durante el virreinato: La iglesia del Señor de Burgos, la iglesia de Belén, la iglesia de la Buena Muerte, etc.
Ya en Chachapoyas supe que, para llegar a Kuélap, tendríamos que movilizarnos hasta El Tingo, un poblado a orillas del río Utcubamba, desde ahí podríamos seguir el camino a la fortaleza de Kuélap. Desde El Tingo, caminamos más de 8 horas por un sendero bastante difícil y escarpado. La caminata fue agotadora, pero definitivamente valió la pena. Los paisajes que paso a paso se abrían ante nuestros ojos eran indescriptibles. Al finalizar el ascenso, y después de horas de camino, unos muros ocres de gran tamaño se alzaban sobre nosotros. Habíamos llegado a la entrada de la fortaleza de Kuélap.
Existen tres puertas angostas de bastante altitud que sirven de acceso al complejo; estas entradas son tan angostas que no podrían pasar dos personas juntas. Se dice que los Chachapoya construyeron los accesos de esta manera para que, en caso de que extraños ataquen la ciudad, se vean obligados a entrar en fila, lo que dificultaría su ingreso.
Kuélap posee varias construcciones circulares de piedra en forma de choza con bonitos bajorrelieves. Existe también un observatorio astronómico, además de varias construcciones civiles y militares que cubren la plataforma sobre la que está construida la ciudad. La muralla que rodea a la fortaleza de Kuélap mide más de 20 metros de altura y es bastante impresionante. Kuélap es netamente una construcción pre-inca. Al parecer la aristocracia Chachapoya ocupaba el santuario, cuya principal misión era la de administrar los alimentos, además de ser un centro religioso para rendir tributo a los fenómenos naturales.
En resumen: Conocí Kuélap y no quedé decepcionado. Es una fortaleza tan impresionante como nuestro Machu Picchu, aunque injustamente relegada. Si vienen al Perú, no se olviden de visitar este complejo arqueológico lleno de historia, envuelto en un paisaje tan sobrecogedor como enigmático.