Después de un viaje lleno de sol por las costas de Brasil era imperdonable no visitar la ciudad de Salvador de bahía, había escuchado mucho sobre esta bella ciudad, tanto, que se había convertido en una meta personal poder llegar a visitarla algún día, así que ésta era mi oportunidad y de ningún modo me la iba a perder.
Esta ubicada al noreste de Brasil y al igual que en el resto de ciudades la gente es acogedora y muy alegre, intimidan un poco al principio pero luego dejas de ser un extraño y pasas a ser uno de ellos, es increíble la facilidad con la que puedes hacer amigos en este país. De cuando en cuando se ven pasar por las calles damas con atuendos típicos de la región, muy llamativas por su alegría y por su ropa.
Salvador de Bahia es una ciudad moderna, tiene edificios altos y muchas comodidades para los turistas, pero lo interesante de visitarla es conocer un poco de su historia que esta plasmada con más énfasis en el área denominada el Pelourinho, es la zona mas visitada de Salvador, por varias razones pero especialmente porque tiene bastante de la cultura brasileña, aun conserva ese matiz de historia de negros africanos traídos a Brasil para trabajar en la cosecha de la caña de azúcar y en otras tareas, en este lado de la ciudad se mantiene viva esa parte de la historia que fue muy triste, pero ahora la libertad conseguida se ha convertido en motivo de celebración, es así que es muy frecuente ver chicos tocando batucada o hermosas mujeres sambando al son de los instrumentos tradicionales. Todo esto además de sus calles y coloridas casas de estilo colonial hacen del Pelourinho un lugar muy atractivo e imposible de olvidar.
Es justamente de la historia negra africana que nace una lucha disfrazada de danza creada por los esclavos de Angola para conseguir su tan ansiada y necesaria libertad, dicen que si no fuese por el fútbol éste sería el deporte mas conocido en Brasil, hablo de algo que es parte de mi vida hace mucho tiempo y que por varios motivos se ha convertido en uno de mis pasatiempos favoritos, se llama Capoeira y nació aquí, en Salvador de Bahia, de allí mi tan pronunciado interés por conocer mas acerca de esta ciudad, de su historia, de su gente y sus costumbres. Muchas veces he pasado por las calles buscando alguna roda de capoeira, y para suerte mía las he encontrado, no se necesita de mucho esfuerzo para entrar en ella y comenzar a jugar con gente que no conoces pero que luego se convierten en buenos amigos.
Como muchas de las ciudades en Brasil, Salvador de Bahia también conserva raices religiosas de tiempos antiguos, se les conoce como Orixás, Dioses africanos a los que los esclavos les tenían mucha fé, con el correr del tiempo también fueron adoptando la religión cristiana y su santo principal es el “Senhor do Bomfim da Bahia”, su iglesia esta ubicada en una de las calles principales del Pelourinho, es justo la que está detrás de los chicos jugando capoeira en la foto anterior.
Existe un tipo de amuleto muy característico del Senhor do Bonfim, son unas cintas de todos los colores, muy simpáticas eso si, a mi se me ha dado por comprarme un montón de ellas y aun conservo alguna, dicen que si amarras la cinta en tu brazo izquierdo y pides un deseo, cuando la cinta se rompa el deseo se cumple, pero a mi no me ha funcionado, no porque no se haya cumplido el deseo sino que esas cintas no se rompen nunca! me he aburrido antes y las he roto yo mismo, pero en fin, lo importante era lo bonito que se veía en mi brazo 🙂
Está de más decir que el viaje ha sido increíble, había soñado con pasarla bien y una vez más confirmo que los sueños se cumplen, es toda una fiesta y los recuerdos hermosos.