Llegas a un país o a una ciudad que no conoces y de pronto ¿qué hacer?, sientes que no sabes como comenzar, a donde ir, sobre todo a la hora de comer o cenar. Por eso, para todos los viajeros que en próximas fechas visiten La Habana les vamos a decir hacia donde dirigir “la boca”, perdón, los pasos.
En La Habana surge una nueva gastronomía, y poco a poco se va poniendo al día. Una cocina de autor va apareciendo, aunque tienen la falta de buenos géneros y esto obviamente repercute en la calidad de los platos. No obstante en La Habana está surgiendo una cocina muy propia. Este es el caso de los “Paladares”, pequeños restaurantes o negocios familiares permitidos por el gobierno cubano.
Platos cada vez más populares
Algunos se están poniendo de moda entre empresarios y artistas, etc.… que no dudan en elegirlos a la hora de cenar en un sitio agradable. Este el caso del Restaurante Paladar Hurón Azul. Me lo había recomendado un amigo gran conocedor de Cuba y que no se equivocó para nada. Es un restaurante que tiene como slogan “el arte de comer con arte” y realmente sorprenden, es un sitio con una comida y un estilo muy propio.
Independientemente de cómo se coma (que se come muy bien) merece la pena visitar este Paladar para poder charlar un ratito con sus dueños. Una pareja de cubanos muy criollos, que se desviven en atenciones y que logran con sus anécdotas hacer aflorar la sonrisa una y otra vez en los labios del comensal. Estar en el Hurón Azul es descubrir, con cada mirada, con que buen gusto han sido decorados sus comedores, descubrir cuanto talento hay en la nueva pintura cubana, expuesta en todas sus paredes y cuidadosamente dispuesta en un ambiente lleno de pequeñas antigüedades, que le dan al sitio un ambiente muy colonial.
Su cocina sorprende, es muy diferente a lo que normalmente puedes encontrar. Los primeros platos presentan al Tostón, crujiente galletita de plátano verde, o las frituras de malanga y otros caprichos atesorados en la más antigua cocina cubana. El Pulpo al Tamarindo se presenta en una vinagreta que pretende innovar en la cocina tradicional cubana.
De segundo puedes elegir dentro de un amplio y variado menú, una Caldereta de Frutos del Mar, en una salsa de papaya, anís y naranja, un Pollo con Quimbombó, hongos y jengibre o un Cerdo Gruñón, plato extraído de una antigua receta de finales del siglo XIX y que es una revelación. Si! en Cuba nace una Nueva Gastronomía. Échale un vistazo a la Web www.huronazul.info y verá con que tino marchan las paladares en Cuba. Vítores a la nueva cocina cubana!
Los Postres Cubanos
Algunos de los dulces que preparamos los cubanos son extraordinarios y constituyen una verdadera fiesta en el paladar. Por ejsmplo, los Pastelitos de Guayaba cubanos son uno de los manjares más espectaculares y populares de la gastronomía de Cuba. Su demanda tan extendida ha provocado que miles de pastelerías de todo el mundo ofrezca este curioso postre repleto de sabores y texturas. Para poder hacer frente a la constante demanda de estos, se suelen utilizar maquinaria específica, sobre todo las divisoras de masa, con las que conseguir la mejor calidad y cantidad posible.
Dividir la Masa
Dividir la masa a mano lleva horas que puede dedicar a hacer mejores recetas y dar los toques finales a sus productos. Las máquinas de división de masa industriales asumen estas tareas con rapidez y precisión, eliminando la monotonía de su día y liberando pasteleros para tareas más importantes que requieren habilidad y cuidado
Divisoras de masa para la realización de Postres Cubanos
Con muchas configuraciones diferentes disponibles, puede elegir una divisora de masa manual para producir más artículos con cantidades exactas bajo la supervisión de una persona, o usar una divisora de masa semiautomática o completamente automática para que la máquina funcione de forma independiente. La divisora de masa se puede usar y configurar para casi cualquier artículo de pastelería cubana.
Con los mejores ingredientes y maquinaria especializada en la creación de postres se consiguen los deliciosos pastelitos de guayaba cubanos, que son un contraste de sabores y texturas.