El Valle del Ambroz es una comarca enclavada en el norte de la provincia de Cáceres, en las últimas estribaciones de la Sierra de Gredos.

El Valle del Ambroz es una comarca enclavada en el norte de la provincia de Cáceres, en las últimas estribaciones de la Sierra de Gredos. Con una población de 8.219 habitantes y una superficie de 235 km2 la Mancomunidad de Municipios está formada por ocho localidades: Abadía, Aldeanueva del Camino, Baños de Montemayor, Casas del Monte, La Garganta, Gargantilla, Hervás y Segura de Toro.

Situado en el corazón de las Sierras del Norte de Extremadura, flanqueado por el Valle del Jerte al este, Las Hurdes y Granadilla al oeste, Plasencia al Sur y Sierra de Béjar al Norte, es atravesado por la carretera N-630 (Gijón-Sevilla) o Ruta de la Plata.

Históricamente El Valle del Ambroz ha sido lugar de paso. Así lo atestiguan los restos de la calzada romana de la Vía de la Plata, o las Cañadas Reales Soriana-Occidental y Vizana que aún son utilizadas por los ganaderos trashumantes. Estos caminos han dejado su impronta en el carácter abierto y acogedor de los habitantes del Ambroz.

Su privilegiada situación lo convierte en un verdadero vergel de la naturaleza, con un microclima especial que proporciona inviernos suaves y veranos frescos. En apenas 30 kilómetros se pasa de alturas superiores a los 2100 m que abrigan de los vientos fríos del norte y con nieve gran parte del año, hasta los 400 m. donde la dehesa muestra su esplendor. Podemos decir que es un pequeño frasco donde se reúnen todas las esencias, un muestrario de diversos ecosistemas de gran riqueza.

Situado en el corazón de Cazorla, a los pies de la sierra nos encontramos con Arroyo Frío una especie de pueblo/aldea desde dónde podremos salir a visitar este paraje.

Nosotros nos alojamos en el hotel Husa Montaña, de 3* bastante bueno, trato amable, personal muy simpático y con buenas instalaciones, con una calidad/precio bastante buena.

Nada más llegar a la recepción nos dieron un guía con varias rutas a seguir, que si se hacen tal y como viene explicado da tiempo en 2 días de ver casi todo el Parque Natural, de todas formas es recomendable reservar alguna que otra excursión (nosotros nos quedamos con las ganas).

El Parque en sí es bonito, eso sí, nosotros lo vimos demasiado “seco”, poca agua la verdad, eso se puede comprobar en el nacimiento del Guadalquivir; yo me creía que iba a ser algo así como un lago desde donde saldría el caudal al río, quizás haya visto demasiadas películas, pero la cuestión es que nos quedamos bastante parados al verlo.

De todas formas es recomendable ir a ver la Torre del Vinagre, la Piscifactoría y todos los senderos que salen del camino, dejando el coche bien aparcado (a un lado de la carretera) se pueden hacer recorridos de varios kilómetros, respirar aire puro y con suerte (nosotros la tuvimos) cruzarte con un ciervo (hembra) y su cría y un par de jabalís (con éstos últimos, íbamos en el coche, menos mal).
Hay un montón de sitios bonitos de ver como el desfiladero dónde se encuentra las Buitreras del Chorro, y de vuelta al hotel si seguimos unas de estas excursiones podremos disfrutar de la diversidad de flora que hay en el Parque.

Por la noche, justo enfrente del hotel si se lleva comida (véase melón, manzanas, etc…) lo más divertido de ver es como algunos jabalíes bajan del monte para comer, eso sí, un poco más arriba del hotel hay una zona abierta dónde si te descuidas tienes al bicho justo encima tuya pidiéndote comida, huelen bastante mal, aunque claro…son animales salvajes…

En definitiva es un viaje recomendable si quieres estar en contacto con la naturaleza, ver paisajes bonitos, cruzarte con algún que otro bicho, respirar aire puro y evadirte de la ciudad.
Como contra la dejadez del Parque y la escasez de agua (pocos arroyos y parecía aquello muy seco).

Se acerca la Semana Santa y muchos estamos planeando pasar unos días de vacaciones y a la vez, ver procesiones en nuestro destino turístico elegido.

Sevilla, Murcia, Granada, Cuenca, Castro Urdiales

Se acerca la Semana Santa y muchos estamos planeando pasar unos días de vacaciones y a la vez, ver procesiones en nuestro destino turístico elegido. Vamos a listar las 5 procesiones españolas que bajo nuestro punto de vista, son más espectaculares:

1) La Madrugá de Sevilla.

Sin duda, es una de las procesiones más emotivas que podemos encontrarnos. Durante toda la noche del Viernes Santo, las figuras más importantes recorren las calles sevillanas mientras se escuchan las saetas características. Cientos de miles de personas acuden a este acontecimiento único que consigue emocionar a propios y extraños.

2) Procesión de los Legionarios de Murcia

Otra procesión muy conocida y que también congrega a miles de devotos es la que es protagonizada por los Legionarios de Murcia. El Cristo de Mena es portado hasta la Iglesia de Santo Domingo por los Legionarios a 180 pasos por minuto. La emoción de los asistentes desemboca en aplausos para dar la bienvenida al Cristo y para finalizar el acontecimiento.

3) La Procesión Viviente de Castro Urdiales.

El viernes santo, en esta localidad Cántabra, tiene lugar la puesta en escena más impactante de la Pasión de Cristo. Muchos de los habitantes participan para escenificar las últimas horas de Jesucristo. Una realización llena de realismo y muy alabada por las personas que acuden a su representación.

4) La Procesión de los Gitanos de Granada

Durante la noche del miércoles al jueves santo, el Cristo del Consuelo y la María Santísima de Sacramonte, son portados por las calles del barrio de Sacramonte. Por el camino, varias hogueras son prendidas para dar luz al acontecimiento y las saetas rompen el silencio. Es una de las procesiones más admiradas por los amantes del turismo religioso.

5) La Procesión de las Turbas en Cuenca

Las estrechas calles de Cuenca se llenan la madrugada del jueves al viernes santo de túnicas de diversos colores. Nuestra Señora de la Soledad consigue que el silencio impere y finalice el sonido de los tambores, tan característico de esta procesión.

Anímate y conoce las procesiones más emblemáticas de España.

Acabo de hablar con mi prima, que vive allí y me ha dicho que están todos en la playa. No aguanto mas Barcelona, me marcho unos días a disfrutar de La Caleta, de la Playa de La Victoria, de los cartuchos de pescao frito del freidor, de los churros de la Guapa y del apartamento en Cádiz que tiene mi prima junto al barrio de Santa María.

Y es que llega un momento que necesitas unas vacaciones. Desde las pasadas navidades, que ni salir para celebrar alguna victoria deportiva he podido regalarme, oiga. Y donde mejor que allí en Cádiz.

Creo que os he hablado alguna vez de mis veranos junto a mis tíos en la capital gaditana (que no es capital andaluza sabe Dios porque, porqué como se vive allí no se vive en ningún sitio. Todo cerquita para ir a trabajar, todo juntito, la zona de marcha, las fiestas, la universidad, el carnaval, la playa, la avenida, las tiendas y el Carranza (este año se salvan, si o si, el submarino amarillo no puede bajar) con sus barbacoas veraniegas, ligadas al trofeo de los trofeos, el Trofeo Carranza, donde el futbol ya es lo de menos, pero ver las playas llenas de gente, con sus hogueritas, a la más pura noche de San Juan, pero con coplas de carnaval de fondo, no tiene precio.

La Cádiz cultural

La ciudad trimilenaria tiene su rinconcito cultural, como no, el museo de Cádiz, por ejemplo, recoge parte de la historia. Junto al convento de San Francisco y con cara a la Plaza Mina; su pinacoteca, nutrida tras la desamortización de Mendizabal se completa con las piezas del museo arqueológico, con piezas fenicias y romanas, desde el Paleolítico inferior de la Edad del Bronce hasta nuestros días.

El Teatro Falla tiene un cartel permanente a lo largo de todo el año, aunque su momento estrella es el concurso oficial de agrupaciones, durante el Carnaval, y la época de verano, que nutre de estrellas internacionales sus tablas y sus “ladrillos coloraos”.

Una vueltecita, como no, por los Castillos y edificios: El Castillo de San Sebastián, el de Santa Catalina y las Puertas de Tierra, la Santa cueva y el oratorio de San Felipe, padre y madre de las Cortes de Cadiz y “paritorio” que vio nacer la primera constitución española, la conocida como “La Pepa”, la Catedral y el sempiterno arco del Pópulo.

Mis tíos son de Cadiz, si y sé que me leen, así que, esperadme, titos, que ya llego, espero que el apartamento no esté alquilado, sino… ¡vaya chasco! No dejaré de escribir estos días, pero seguro que las cosas varían mucho y veréis que los posts son mucho mas relajados.

Un vuelo a los carnavales de Cádiz

El Carnaval de Cádiz es fruto de la influencia de comerciantes genoveses y venecianos durante el siglo XV. A día de hoy es uno de los carnavales más conocidos en la península ibérica y las islas Canarias y es una Fiesta de Interés Turístico Internacional.

Miles de turistas encuentran vuelos baratos en buscadores para volar a Cádiz todos los años. La fecha de los carnavales cambia cada año puesto que se desarrollan justo antes de la cuaresma, la cual depende de la primera luna llena de la primavera. Los carnavales comienzan el jueves anterior al Miércoles de Ceniza y se prolongan hasta el primer Domingo de Cuaresma. Un total de once días de diversión y participación popular.

La Gran final del Concurso Oficial de Agrupaciones se desarrolla el Viernes de Carnaval en el Gran Teatro Falla. En la plaza del teatro podremos disfrutar del concurso puesto que es retransmitido en una pantalla gigante. El ambiente en la plaza estará muy animado y la diversión se prolonga hasta el amanecer con el fallo del jurado, momento en el cual podremos compartir la alegría de la victoria con los ganadores.

Artistas de la talla de Alejandro Sanz o Niña Pastori son los encargados de dar cada año el pregón. Esto ocurre el Sábado de Carnaval y marca el inicio del carnaval de la calle. La gente sale disfrazada a la calle para disfrutar de la noche grande del carnaval hasta que el cuerpo aguante.

El Domingo de Coros se desarrolla el carnaval durante el día. Los carnavaleros cambian la peluca por las gafas de sol y disfrutan junto con el moscatel del recorrido de los coros sobre carrozas .
Los carnavales continúan durante toda la semana y terminan el Domingo llamado de “piñata” con el espectáculo pirotécnico a pocos metros desde el Castillo de San Sebastián.

Chiclana de la Frontera es la guinda más dulce de Cádiz.

Chiclana de la Frontera es la guinda más dulce del pastel gaditano.Y también la ciudad con más salero. Ya que si hay algo que se derrocha en Chiclana a parte de dulzura, es la alegría de sus ciudadanos. Hay muchas razones para visitar Chiclana de la Frontera, hoy vamos a centrarnos en el tiempo, el alojamiento, y la historia de sus calles.

El tiempo en Chiclana se resume en una temperatura que alegra el día a cualquiera que pase por la ciudad. Prueba del buen tiempo que hace se refleja en La Barrosa, una de las playas más concurridas de Chiclana de la Frontera y de Cádiz.

¿La fórmula de su éxito? Tan simple como la mezcla perfecta entre arena fina y agua cristalina. Sin olvidarnos del sol radiante, el cielo azul despejado, y los chiringuitos costeros que ofrecen un buen pescado frito para comer. O un cóctel bien fresquito.

Ya que vamos a ir a Chiclana, recomendamos alojarse en un apartamento o piso vacacional. Pues no hay nada mejor para sumergirse hasta lo más profundo de una ciudad, que vivir en una de sus casas.

Queremos que conozcas sus bares más típicos y te hagas con el corazón de sus habitantes. Que vivas en sus calles y te contagies de ese buen rollo gaditano.

Por eso te damos la idea de alquilar temporalmente uno de los apartamentos en Chiclana para vacaciones que ofrece Hundredrooms. Hundredrooms es un metabuscador que cuenta con apartamentos turísticos en todo el mundo, y te encuentra el piso ideal, para que te puedas centrar en organizar tus vacaciones.

El tercer punto clave de su encanto son sus calles llenas de magia, sus monumentos y los artistas callejeros que alegran la ciudad.
Su casco antiguo cuenta con detalles de antiguos pueblos que han habitado la ciudad (fenicios,romanos, árabes,etc), y se encuentra dividido por el río Iro en dos barrios, La Banda y El Lugar.
Los monumentos de El Lugar son más antiguos y los edificios de La Banda son más modernos.

Nada mejor que un paseo matutino por estos dos barrios, para observar la historia de la ciudad plasmada en las fachadas de sus edificios

El fin de semana pasado viajé por fin a Salamanca, una de las ciudades más bellas de Castilla-León. Allí pude disfrutar de lugares míticos como la Plaza Mayor, la Casa de las Conchas, la zona de la Universidad.. en fin, el centro histórico en general. Además, pudimos pasear por la ribera del río Tormes. Rincones que me gustaron y no suelen salir en las guías: el Huerto de Calixto y Melibea y la Iglesia de San Marcos. Preciosos. Además, en Salamanca se come de escándalo, se nota que aquello es Castilla, el paraíso de los carnívoros. Salamanca es una de las escapadas que no pueden faltar en la mochila de ningún buen viajero.

De Madrid a Salamanca

Llegué a Salamanca en autobús desde Madrid en Autores, que es la línea de autobuses que van a la ciudad. Cogí un taxi hacia mi hotel que estaba ubicado cerca de la Plaza Mayor, más bien a unos pasos, el Hotel Catalonia Plaza. El edificio del hotel aun conserva la fachada racionalista mientras que la decoración tanto de las habitaciones como de los espacios comunes es moderna con toques orientales y guiños clásicos como es la presencia de la piedra de Villamayor (con el mismo tipo de piedra que se ha hecho las catedrales).En mi primer día estuvimos por la Plaza Mayor, increíble esta plaza, muy bonita. Plaza de estilo barroco, se construye en la primera mitad del siglo XVIII, de 1729 a 1755.

De planta casi cuadrada, es cerrada y porticada formándose grandes arcadas sobre las puertas que dan salida a las distintas calles que en ella confluyen. En esta misma plaza también se haya el Ayuntamiento, punto de encuentro de todos los salmantinos.De ahí partimos hacia las Catedrales pasando por la Calle Rua Mayor, en la cual se divisa las catedrales al fondo.

A medio camino esta la Casa de Las Conchas de inevitable parada.La Casa de las Conchas se construyó a finales del siglo Quince, de estilo gótico civil, su fachada está decorada con unas 350 conchas de vieira, distintivo de la orden de Santiago. También son importantes las rejas góticas de las ventanas. Actualmente alberga una biblioteca pública.

Enfrente de la Casa de Las Conchas se haya la Clerecía, actualmente sede de la Universidad Pontificia. Se comenzó a construir en el año 1617 y se terminó 150 años más tarde como Colegio Real del Espíritu Santo, de la Compañía de Jesús. La Clerecía es de estilo barroco. Se diferencia el colegio, con un majestuoso claustro, y la iglesia, con una impresionante fachada de tres cuerpos. El nombre de Clerecía se debe a que perteneció a la Real Clerecía de San Marcos tras la expulsión de los jesuitas.

Ya visto esto Seguimos hacia las Catedrales, pasando por la Plaza Anaya, lugar también de encuentro de jóvenes y no tan jóvenes. Salamanca tiene dos catedrales, la vieja, del siglo XII y de estilo románico, y la nueva, mucho más grande, del siglo XVI y de estilo gótico. Un precioso y bastante desconocido rincón de Salamanca es el lugar donde se juntan la catedral vieja y la nueva, llamado el Patio Chico.

A pesar de que la construcción de la catedral nueva supuso la demolición de uno de los brazos de la nave de crucero de la catedral vieja, hay que decir que en el Patio Chico, el románico y el gótico se unen en una armoniosa plazuela. Desde el Patio Chico se puede observar el magnífico cimborrio románico de la Catedral Vieja, llamado Torre del Gallo, con cubierta de escamas. Muy cerca de ahí está el Huerto de Calixto y Melibea, donde algunos dicen que se sitúa la trama de la novela La Celestina de Fernando de Rojas, y restos de la muralla romana.

También estuvimos viendo la fachada de la Universidad, por calle libreros, cita obligada en la cual hay que buscar la famosa rana, de la que se decía, que quien no la veía no aprobaría jamás los exámenes de la universidad, al menos yo la ví… 🙂

La verdad que en Salamanca hay muchas cosas que ver, aparte de sus catedrales y sus iglesias, el Parque de Calixto y Melibea me encantó, un parque en el que se respira tranquilidad y te lleva a otra época. El museo Lis, Palacio de Monterrey, Convento de San Esteban, El convento de las Carmelitas, El parque de los jesuitas….y un no parar de ver cosas!!

La gastronomía muy bien, mucha carne y todo a la brasa, fuimos por Van Dyck, una calle muy típica de tapas en la puedes probar diferentes tipos de pinchos y hartarte de comer bien. Un gusto!

Y otra cosa es la fiesta por la noche, muchos bares, mucho universitario, mucho ambiente juvenil y gustos para todos los tipos, acabarán con un buen sabor de boca para poner punto y final al viaje.