Disfrutar de un viaje en familia, recordar viejos tiempos y no tener preocupaciones …eso es vida!
Escribo desde Portugal, Lisboa; de viaje otra vez y con muchas pilas para disfrutarlo al máximo; había dejado de visitar y tener contacto con mi familia desde que me case. Mi mama y papa me extrañaban mucho, y deseaban que pueda acompañarles a un pequeño viaje que habíamos planeado hace tiempo viajes Lisboa.
A pesar de haber tenido un viaje muy cansado pero inolvidable hace poco, decidí ir con ellos además así podría visitar a mi hermano en Alemania, y aquí estoy, cuatro días después de llegar a Lisboa, con un sol bello y pocas nubes; esta noche tenemos una gran fiesta y tenemos un tour muy emocionante para el día de mañana, debo decir que lo que más me gusta en Lisboa son los tours a pie…el clima es magnífico y caminar en este nuevo ambiente relaja.
Además la comida en Lisboa es deliciosa y casi todo en base a pescado, se dice que los portugueses, y especialmente los lisboetas, tienen 365 maneras de preparar el bacalao, una receta diferente para cada día del año; si es así las recetas de estos días fueron muy buenas; hasta el momento y mi postre favorito es el Pastéis de Belém.
Bueno después de un día de descanso y después de alojarnos en el hotel Atlántico en el barrio Baixa, nos dispusimos a descubrir la puerta del atlántico, la hermosa ciudad desde donde se pilotearon las flotas que tuvieron un papel central en la Era de los Descubrimientos, y la capital de uno de los primero imperios globales, de primera instancia pude apreciar que Lisboa tiene un ambiente nostálgico y más relajado que las ciudades españolas, aunque la influencia española es notoria. En algunos aspectos Lisboa es una ciudad de unos 350 años, mucho más reciente que el promedio de ciudades de la Península, esto se debe al terremoto de 1755 que destruyo casi toda la ciudad teniendo que ser reconstruida a lo largo del siglo XVIII.
Durante el primer día nos enfocamos en conocer lo que es la parte más baja de Lisboa, la primera parada fue el Puente 25 de Abril, que cruza el Tajo, luego nos dirigimos a uno de los monumentos más conocidos de Lisboa la Torre Belen
En los días siguientes estuvimos enfocados en el barrio Baixa, en donde se concentra la actividad económica de la ciudad y los atractivos más importantes como la hermosa Plaza de Comercio y el Arco del Triunfo.
Un día después fuimos a conocer la Plaza de Comercio, me pareció increíble y muy interesante estar en el lugar desde donde se dirigió la era de los descubrimientos, luego la torre Vasco da Gama, y la Torre Belén, y por último paseamos en el tranvía de la ciudad, me pareció extraño que Diana no conociera Lisboa y entonces me confesó que sólo estaba unos días trabajando en la ciudad y que realmente estaba viviendo en Oporto, una ciudad en el norte de Portugal.
Al tercer día fuimos al Oceanario de Lisboa donde pasamos todo el día recordando los buenos tiempos en la universidad, días que parecían ya tan lejanos pero fue gratificante volver a ver a mí entrañable amiga Diana.
Esta visita a Lisboa fue realmente impresionante y recibí más de los que esperaba obtener, para futuros viajes si se me presenta la opción Viajes Lisboa, tal vez tome uno nuevamente.