Ya son 5 días en este hermoso lugar, y por más que volvamos por nuestros pasos en cada pequeña calle seguimos siendo sorprendidos por una magnificencia y una belleza que nos ha dejado sin aliento en más de una ocasión. Apenas hemos visto parte de lo que la “Città Eterna” tiene por ofrecernos y ya sentimos nostalgia, pues este viaje tendrá que llegar a su fin en algún momento.
Describir Roma en unos cuantos párrafos en un delito y hasta un pecado, no existen palabras para detallar cada uno de los lugares que pudimos visitar. Pero así como estas líneas puedan llegar a ser insuficientes, también lo es el tiempo que uno pueda pasar en tan fantástica ciudad. Dicen que uno puede vivir mil años pero si jamás ha viajado, es como si solo hubiera vivido media vida, y Roma es si lugar a dudas un destino obligado para cualquier viajero.Llegamos a Roma por tren, directamente desde Viena, aunque tomo un poco más de tiempo del que esperábamos, debido principalmente a problemas técnicos con el tren. Se suponía que el viaje duraría un máximo de 14 horas, pero en realidad fueron 17. Afortunadamente, los trenes en Italia pueden considerarse de entre los más cómodos de toda Europa, junto con los de Alemania.
Después de haber dormido la mayor parte del viaje (algo lamentable pues me hubiera encantado disfrutar de los paisajes) llegamos a Roma a las 6 de la tarde. Encontramos Apartamentos en Roma a través de internet y reservamos uno con antelación para asegurarnos la disponibilidad. Unas vez nos acomodamos en el hotel decidimos salir a visitar la “Fuente de Trevi” o “Fontana di Trevi”, un hermoso lugar donde la gente lanza sus monedas esperando que sus deseos se cumplan. Me explicaron como funciona este asunto de los deseos, cuando una persona lanza una moneda es por que desea volver a visitar Roma y eventualmente lo hará, pero si lanza dos caerá perdidamente enamorado de una joven del lugar, y si lanza tres ambos llegarán a casarse. Me decidí por lanzar una sola moneda, por el momento me vasta la idea de saber que algún día podré volver a este hermoso lugar.
Muy cerca a la Fuente de Trevi se encuentra la Plaza España, se hacia un poco tarde y recordamos que no habíamos comido hasta ese momento y que mejor que comida italiana para calmar nuestro apetito. Nos recomendaron un buen restaurante muy cerca del lugar, su nombre: “Il brillo”, y no nos arrepentimos, el ambiente es perfecto y la comida realmente deliciosa, mucha más si la acompañamos de una buena botella de vino.
Una de las principales razones para venir a Roma fue la de visitar el Vaticano, salimos rumbo a la basílica sobre las 9 de la mañana. Aunque las impresionantes filas para ingresar a los museos pueda desalentara más de uno, una vez adentro entendemos por que la larga espera. Con solo observar la Capilla Sextina sabíamos que la espera valió la pena y que podríamos esperar incluso más tiempo para poder apreciar tan magnífica obra de arte.
Después de almorzar nos fuimos a visitar el resto de la basílica, pudimos apreciar las tumbas papales, la hermosa plaza del vaticano y realizar algunas compras. Por la tarde y casi entrada la noche pudimos apreciar una de las iglesias más hermosas en lo que va de nuestro viaje, la basílica de Santa María en Trastévere. Envuelta a la luz de la luna, es una imagen que difícilmente podremos olvidar.
Estando en Roma no podíamos obviar el gran Coliseo Romano. La entrada al tan afamado edificio en el centro de la ciudad de Roma llego a costar 11 euros por persona y para entender de mejor manera cada uno de los detalles que encierra aquel monumental edificio es necesario contratar a una guía. Hay una frase que nos nuestro guía nos regalo durante el recorrido. Se trata de un famoso epígrafe que dice: “Mientras el coloso siga en pie, Roma seguirá en pie; cuando caiga el coloso, caerá también Roma; cuando caiga Roma, caerá también el Mundo”. Nuestro guía nos explicó que al referirse a coloso se refería a coliseo, el coliseo Romano.
Como último destino decidimos regresar a Trastévere a contemplar una vez más aquel hermoso barrio. Es nuestro último día en aquella mágica ciudad y el hecho de saber que existen miles de cosas que aún no hemos visitado nos deja con una nostalgia inmensa. Pero nos queda la esperanza de saber que nuestro deseo en la Fuente de Trevi se cumpla y algún día estemos de vuelta. Dicen que todos los caminos conducen a Roma y espero que cualquiera sea el camino que escoja me traiga de regreso a la “Ciudad Eterna”.
Viajar a Roma en Semana Santa
Bueno he visitado muchas ciudades pero ninguna como la antigua roma, la antigua capital del imperio romano y la capital espiritual del mundo católico, esta visita fue realmente especial porque la realizamos durante las vacaciones Semana Santa, llegamos a la ciudad un día antes del domingo de ramos, el viaje desde Valencia fue muy largo y cansado, que felicidad sentí al llegar al aeropuerto Fiumicino, luego de desembarcar del avión, nos dirigimos a la ciudad de roma y tomamos unas habitaciones en la posada “Santísimo ángel” cerca al centro de la ciudad, después de descansar unas horas fuimos a conocer la plaza del pueblo, (Piazza del Popolo), es una plaza grande en forma semi-circular de un suave color gris y los arboles que le rodean le dan un encanto especial, en el centro se encuentra el obelisco de ramses II, esa visión me hiso imaginar el poder que roma tenía hace dos mil años en el cual su voluntad era ley en el mundo.
El Domingo de Ramos nos levantamos de madrugada, nos comentaron que en roma hay tanta gente en esta época, que se nos sería muy difícil conseguir buenos lugares en la plaza de San Pedro donde Courpus Cristiel papa oficiaría la celebración de Domingo de Ramos, llegamos unas tres horas antes del inicio de la misa y la plaza se lleno rápidamente, no fue muy larga pero si fue maravillosa.
El lunes, martes y miércoles nos avocamos a recorrer los principales monumentos y museos que nos ofreció la gran roma, visitamos las ruinas del foro romano, el coliseo, Castillo de San Angelo, y los museos del vaticano que por suerte solo cierran el domingo de Resurrección, lo raro de esto fue que había mucha gente y la mayoría eran turistas, me dio la impresión que todos tenían las ideas de “Viajes Roma”, “Coliseos” o “Monumentos Roma”
El viernes no pudimos ir la basílica de San Pedro porque estaba muy llena pero estuvimos al comienzo de la via crucis cerca al coliseo romano.
El domingo de pascua nos levantamos muy temprano y fuimos casi de madrugada a la plaza de san Pedro para presenciar la misa de resurrección que inicio mas somenos a las 10 de la mañana, fue algo maravilloso apreciar la fe y devoción de tantas personas.
Esta corta semana que pase en Roma fue un poco complicada porque la ciudad estaba llena de turistas pero valió la pena ya que estar en la ciudad Eterna, uno de los centros religiosos, artísticos y científicos más importantes del mundo, no tiene precio.
Darse un Capricho en Roma
Como recompensa a nuestro gran esfuerzo y trabajo en tiempos de crisis, la empresa en la cual laboro, regalo a los mejores empleados un viaje totalmente gratis, inicialmente seria al norte de África, pero debido a los problemas de la zona el destino fue cambiado a Roma o Londres.
La empresa dejo a la elección del grupo el lugar de destino, particularmente yo repetía en mi cabeza Viajes Roma y esperaba que nadie pensara en Viajes Londres, y bueno los diez mejores empleados del año decidimos por mayoría simple una visita a la ciudad eterna de Roma.
La salida la programamos el viernes a las 7 de la noche desde el aeropuerto El Prat, después de un tranquilo viaje de 3 horas llegamos al aeropuerto Fiumicino, a eso de las 11 de la noche hora local, bueno en medio de la noche nos dirigimos a nuestro hotel “IL Buongiorno”, un hotel, en el centro de la ciudad y bastante respetable, una recepción amplia y las habitaciones muy bien cuidadas.
Al día siguiente, el desayuno lo tómanos a las 8 de la mañana y a toda prisa, Roma no es muy grande pero su historia sí, es enorme, bueno empezamos con la Piazza di Spagna, donde se encuentra la Santa Sede, la sede principal de la Orden de Malta, la Embajada Española y la Iglesia de Trinità dei Monti, después de visitar todos estos hermosos lugares nos dirigimos al impresionante Coliseo Romano y la visita nos llevo a las tribunas, donde pude imaginar cómo se desarrollaron los combates hace casi 2 mil años, donde humanos y animales luchaban a muerte para satisfacer la sed de sangre del emperador y de la multitud, realmente tenebroso pero fue muy real.
Al día siguiente, ósea el domingo visitamos el Panteón, alguna vez un templo romano dedicado a todos los dioses del Imperio, pero actualmente una iglesia católica, el Panteón es extraño debido su domo circular con un agujero en el centro, desde el cual pareciera estar mirando el Cristo, bueno este edificio ha sido la inspiración para muchas iglesias católicas del mundo por su perfección y por ser un fruto del Imperio en su mejor momento.
En la noche regresamos a Barcelona en un bueno a las 6 de la tarde, el tiempo en Roma me pareció un tanto corto para una ciudad con tanta historia, pero bueno a caballo regalado no se le mira el diente.