Viajar es la experiencia por excelencia que permite disfrutar del entorno y de la compañía, o de uno mismo, de la manera más única que existe. Todo el mundo ha viajado, ya sea por trabajo o por deseo de conocer una cuidad, cultura o lugar. Viajar es vivir nuevas aventuras y descubrir nuevos modos de vida, es un ejercicio de reflexión personal e individual.
Lo importante es la experiencia y no el viaje, pues esta acabará siendo irrepetible en cada destino. Viajar supone conocer nuevas culturas, paisajes, gente, y gastronomía. En este sentido, mantenerse en forma no depende de lo que comemos pero si de la cantidad, la frecuencia con la que tomamos ciertos platos y la actividad física que desarrollemos durante el viaje.
La sociedad actual es un lugar en el que se vive rápido, acumulando estrés, negatividad, es complicado cuidarse y, cada vez, se hace más complicado disfrutar del aquí y ahora. Y es en este momento cuando se recomienda el descanso, la actividad física para liberar el estrés y sobre todo, tener inteligencia alimentaria.
Inteligencia alimentaria y plan nutricional personalizado
Y es que nadie nos ha enseñado a comer bien, heredamos los conocimientos de nuestros padres y la cultura de la alimentación actual tampoco ayuda: los cereales de desayuno contienen muchos azúcares, los lácteos saben cada vez menos a lácteo y con más azucares, gelatinas, grasas saturadas y edulcorantes. Todo alimento ha sido procesado, incluso las frutas y verduras, es lógico que al final te rindas a lo que te venden. Por ello, no llegamos a desarrollar la inteligencia en temas de alimentación, acaso hay alguna asignatura en los colegios que enseñen a comer sano y llevar hábitos saludables. Y respecto al deporte, ¿realmente se proyecta la filosofía deportiva en los colegios?
Al igual que nos han enseñado la historia del mundo, las diferentes lenguas, matemáticas, literatura, tocar instrumentos, o seguir un horario, ¿por qué no nos enseñan a llevar unos hábitos saludables?
Al llegar a la edad adulta, es el momento de plantearse seguir un plan nutricional personalizado asesorado por profesionales de la salud, dietistas y nutricionistas.
La edad adulta, dejando de lado los momentos en los que proclamas un “era tan feliz siendo niño/a”, es la etapa de la responsabilidad absoluta de cada paso que das y cada decisión tomada.
Disfrutar del viaje mientras te cuidas
Hay que aclarar que no es una tarea sencilla, por lo general se abusa de los platos típicos del lugar visitado. Alojarse en lugares donde se ofrece buffet libre es la mayor oportunidad para comer hasta reventar. O por lo contrario, no hay opción de buffet y tienes que marcarte un plan de comidas y tus propios menús.
Es verdad que cuando viajamos nuestro nivel de actividad es elevado pero también es recomendable ser conscientes de lo que estamos ingiriendo durante el día. La media de pasos que determina que somos bastante activos es de unos 10.000 pasos. Mientras recorres el lugar y visitas todos sus monumentos y recorres sus calles ya consigues esa cantidad de pasos.
Levar una alimentación equilibrada
Se ha de tener en cuenta que no es lo mismo marcarse la meta de adelgazar mientras viajas al objetivo de mantenerte y llevar una alimentación equilibrada mientras viajas.
Si te habías propuesto adelgazar y te has ido de viaje tendrás que mantener el régimen que haya marcado tu nutricionista, sin embargo si se trata de mantenerte en forma podrás disfrutar de cualquier plato pero teniendo en cuenta la actividad que realices.
Hay que aclarar que en ambos casos puedes comer cualquier plato pero teniendo una gran conciencia alimentaria.
Se recomienda:
- Llevar snacks sanos como frutas o yogurt con cereales integrales.
- Agua mineral natural como principal fuente de hidratación.
- Priorizar las opciones saludables como sándwiches vegetales, ensaladas con aderezos ligeros y nutritivos, hummus, hamburguesas sin pan o con pan integral, sopas y verduras varias a la plancha.
- Antes o durante el viaje busca restaurantes o bares donde comer sano y con productos frescos.
- Ingerir fastfood o comidas copiosas con moderación y de manera puntual durante el día.
- Camina todo lo que puedas, ya lo sabes. Bailar, hacer senderismo, correr, ir en bicicleta, son actividades que te mantendrán activo y acelerarán tu metabolismo así como contribuyen a conciliar el sueño.
El plan nutricional personalizado mientras viajas
Aunque viajar es una experiencia personal e individual no significa que tengas que estar solo/a en todo momento. Seguir hábitos saludables mientras viajas es muy difícil y hay que tener una gran conciencia alimentaria y fuerza personal para seguir tus objetivos saludables. Sin embargo, existe un profesional que te acompaña en todo momento y realiza un seguimiento de tus hábitos alimenticios aún cuando estás de viaje y será capaz de asegurarse de que siguas el plan nutricional personalizado que te haya marcado.
No dudes en acudir a profesionales de la salud y el bienestar cualificados que guíen tu proceso de alimentación equilibrada para alcanzar ese cambio de bienestar en la salud y en la vida.